¿SIGUE VIGENTE EL DON DE APÓSTOL?
INTRODUCCION:
Considerando que en actualidad se han
levantado una serie de personajes, que se autoproclaman “apóstoles”, debemos escudriñar las
Escrituras para ver de qué se trata esta supuesta sucesión apostólica, que se está practicando en estos tiempos modernos. Empero, nos es menester
poner a la luz de las Escrituras estas doctrinas -que de por sí- son
sospechosas de ser correctas, y entonces hacer como los de Berea, los cuales: “…escudriñaban cada día las Escrituras para
ver si estas cosas eran así” (Hch.
17:10 y 11).
Por otro lado, no podemos obviar que hay un
gran debate entre los exégetas bíblicos, que buscan dilucidar, si algunos dones
han perdido vigencia a lo largo de la historia de la Iglesia, o de lo
contrario, si siguen vigentes (sobre
todo los dones extraordinarios). La posición que sostengo en este
estudio (sobre la cuestión del don de apóstol), encuentra su asidero, en el
método de interpretación literal-gramático-histórico, el cual -a
mi modo de ver- busca hacerle justicia al texto bíblico. La otra cara de la
moneda es, el método de interpretación
alegórico, un procedimiento de
exégesis, que no cumple la función de
poner el acento en lo que La Biblia quiere decir, sino, en el sentido que el
intérprete quiere darle al texto bíblico (La Biblia pierde su autonomía). Si
nos ponemos a pensar seriamente en este asunto hermenéutico, llegaremos a la
conclusión, que el método de interpretación alegórico, ha sido el responsable
de la inmensa cantidad de falsas doctrinas- y en su defecto de religiones espurias- que han tergiversado la palabra de
Dios. No es mi idea desarrollar -recomiendo profundizar en el tema- en este
estudio, las cuestiones referidas a cada escuela de interpretación, sino más bien, dar razón de porqué es
conveniente a la hora de estudiar la palabra de
Dios, usar el método de
interpretación literal-gramático-histórico.
A continuación, ahondaremos sobre el asunto en cuestión: lo concerniente al “don de apóstol”.
DEFINICIÓN
La palabra apóstol es el vocablo griego “apóstolos” que significa enviado y/o mensajero, y que a su vez,
deriva del verbo griego
“apostello”:<< apo>>-afuera << stello>>- traer junto, reunir. Esta palabra en el griego
clásico se utilizaba en la jerga
marinera, e indicaba la nave de carga o la flota enviada a su
comandante o a sus súbditos. La idea
básica de esta palabra es mostrar la relación que hay entre el que envía y el
enviado, de manera que el vocablo está sujeto a la dependencia y al propósito del que ha sido enviado o
comisionado con la autoridad de otro. Como bien indica Lucas 6:13 “Y cuando era de día, llamo a sus discípulos
y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamo apóstoles”. Claramente
este versículo denota la idea de un “apóstol” como alguien que es enviado por
otro, para un propósito que descansa en quien da la autoridad. Reafirma este
concepto el escritor de Hebreos cuando dice: “Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de
nuestra profesión, Cristo Jesús” (He. 3:1). El mismo Señor Jesús fue
enviado con el propósito de sujetarse al padre y cumplir la misión por la cual
vino a este mundo.
REQUERIMIENTOS PARA SER APÓSTOL
Ø
HABER SIDO COMISIONADO DIRECTAMENTE POR EL SEÑOR. El apóstol Pablo lo sugiere en 1 Corintios 15:8 cuando dice: “y al último de todos, como a un abortivo se
me apareció a mi”. Pablo reiteradamente en sus escritos se hace llamar “apóstol de Jesucristo” (Ro. 1:1;
1Co.1:1, etc.). La preposición “de”
indica pertenencia, origen o procedencia. Esto contradice claramente a los que
se “autoproclaman apóstoles”.
Ø
HABER VISTO A CRISTO RESUCITADO. Esto es
aludido eficientemente por Pablo, cuando
él al verse obligado a decirles a los corintios de sus derechos de apóstol,
pone como prueba de su apostolado, haber sido un testigo ocular de la
resurrección de Cristo (1Co.9:1). Esto también lo confirma el apóstol Pedro en
Hechos 1:22, en el momento que iban a
elegir al sucesor de Judas: “comenzando
desde el bautismo de Juan en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea
hecho testigo con nosotros de su resurrección”. En conclusión, hemos visto,
de manera inequívoca, y con base bíblica, que para ser un legítimo apóstol de
Jesucristo, tiene que haber sido un testigo ocular de la resurrección de Cristo. Claro está, que estos requisitos no
se cumplen en los que hoy dicen “ser apóstoles”. Así lo describe elocuentemente el Teólogo Wayne Grudem:
“De modo similar Jesús comisiona a sus
apóstoles para que sean sus <<testigos…hasta los confines de la
tierra>> (Hch 1:8). Y al escoger a otro apóstol para que reemplace a Judas,
los once no se irrogaron la responsabilidad sobre sí mismos, sino que oraron y
pidieron que el Cristo ascendido haga el nombramiento (Hch1:23-24).”
Ø
SEÑALES ESPECIALES DE APOSTOL. En La
Biblia encontramos que los apóstoles
poseían poderes sobrenaturales
dados por el Espíritu Santo, y dicho poder legitimaba su apostolado. Una
confirmación de esto la encontramos en Hechos 19: 11-12 “Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera
que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las
enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían”. Pedro fue
otro apóstol que realizaba milagros, Hechos 5:15 dice algo similar a lo de
Pablo, “tanto que sacaban a los enfermos
a las calles y los ponían en camas y lechos para que al pasar Pedro, a lo menos
su sombra cayese sobre algunos de ellos”. Las señales de un verdadero
apóstol no es algo que este implícito en La Biblia, al contrario se
explicita en 2 Corintios 12:12 donde Pablo les dice que él no era menor
comparado con los otros apóstoles (2 Co.12:11-12) y prosigue diciendo: “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros, en
toda paciencia, por señales prodigios y milagros”. Sería bueno revisar esta
cita bíblica a la luz de otras versiones que aclaran más el asunto:
1) “Las cosas que prueban que
soy un emisario (apóstol): señales, maravillas y milagros; fueron hechas en
presencia de ustedes a pesar de todo lo que he tenido que soportar.” (Traducción Kadosh Israelita Mesiánica de Estudio)
2) “En efecto yo he dado
claras señales de mi apostolado al manifestar una paciencia en toda prueba, con
milagros y prodigios y con efectos extraordinarios del poder divino” (Biblia: Félix Torres Amat).
3) “La paciencia con que he
trabajado por ustedes, y los milagros y las cosas maravillosas que he hecho con
el poder de Dios y no haberles pedido ayuda, demuestran que soy un verdadero
apóstol” (Biblia Lenguaje Sencillo).
Queda claro que los apóstoles se
caracterizaban por ser una casta especial que el Señor había elegido y a
quienes les dio autoridad para realizar “señales
de apóstol”. Esto nos lleva a hacernos
una pregunta, ¿los que dicen hoy ser apóstoles manifiestan estas
señales? La respuesta es no, ya que
hemos visto anteriormente, que hoy no puede haber sucesión apostólica ya que, debían ser testigos
oculares de la resurrección de Cristo y haber sido comisionados directamente
por el Señor Jesús. Quizá alguien pueda
replicar argumentando que los que dicen
ser “apóstoles” hoy, también hacen
milagros, pero el hacer milagros, no garantiza que haya sido con el poder de
Dios. En La Biblia encontramos que Satanás tiene poder y también realiza
milagros, pero con su propia autoridad no con la de Dios, tan solo eche un
vistazo a Éxodo 7:22. Otra singularidad de las señales apostólicas era el poder
para resucitar muertos (Hch. 20: 6:12) y yo no conozco ningún “apóstol moderno”
que haya podido hacer esto (y si hay seguramente no se tenga acceso a esa
fuente). Las cosas que podían hacer los apóstoles eran extraordinarias, pero,
solo podían ser posibles con el poder de Dios. En algunas ocasiones tuve la
oportunidad de asistir a campañas de milagros para poder hablar con autoridad
sobre estos temas, y algo que me llamó la atención es que las personas que
manifestaban haber sido sanadas no eran las que se ponían en frente del
predicador con verdaderos problemas de salud: gente en silla de ruedas con
problemas serios para volver a caminar y miembros amputados no eran sanados,
nunca vi la reconstrucción completa de un brazo o una pierna, sino una lista de
milagros como, tapaduras de muelas, gente que es sanada pero que no se vio su
estado anterior, etc. Una gran frustración se percibe en aquellas personas que
no son sanadas y casualmente son las que se ven que están verdaderamente
enfermas. Esto no me convierte en un incrédulo del poder de Dios, yo creo que
el Señor sana, pero no creo que esta sea la manera adecuada (campañas de
sanación). El ser sanado no solo depende de la fe del enfermo, cualquier
persona enferma desea ser sanada, frente a la necesidad encontrará en Dios su
única esperanza cuando la medicina ya no tiene nada para hacer. Pero La Biblia
nos enseña que todo depende del designio de su voluntad, vea esta lista de
enfermos y dígame, ¿no tenían fe de que podían ser sanados? Epafrodito (Fil.
2:27), Trófimo (2Ti. 4:20), Timoteo (1Ti. 5:23), Pablo (2Co. 12:7). Ningún
cristiano que esté en su sano juicio diría que estos hombres no tenían fe, pero
¿qué tal si Dios tenía un propósito con sus enfermedades? Este tipo de
pensamiento es pueril para los supuestos “ungidos” de hoy, para ellos Dios está
obligado a sanar a todos siempre y cuando tengan fe. Bueno, no es eso lo que
enseña La Biblia, Dios tiene la palabra final. Lo que sí es bíblico es orar por
los enfermos y esperar que Dios tome la decisión de sanarlos o no.
En conclusión, las señales de apóstol eran
verdaderas manifestaciones del poder de Dios, no milagros en miniatura como los
que hacen estos supuestos “neo apóstoles”.
LOS APÓSTOLES COMO FUNDAMENTO DE LA IGLESIA
El apóstol Pablo en Efesios 2:20 nos dice: “edificaos sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas siendo la principal piedra del Angulo Jesucristo mismo”, allí
pone de manifiesto la intencionalidad de Dios en cuanto al grupo selecto de los
apóstoles. No queda duda que en la mente de Dios el apostolado iba a
servir, como base fundamental para que,
luego la Iglesia, siga edificando la
obra de Dios. Ahora si siguen habiendo apóstoles hoy, ¿se siguen construyendo
fundamentos? EL TEOLOGO John MacArthur
DICE LO SIGUIENTE:
“El
versículo enseña claramente que los apóstoles fueron designados como el fundamento
de la Iglesia. Cuando se construye un edificio, el fundamento se coloca solo
una vez. Los fundamentos no se siguen colocando continuamente.”
LOS APOSTOLES COMO INSTRUMENTOS DE DIOS PARA LA REVELACION
DEL
NUEVO TESTAMENTO
Una característica muy importante de estos
hombres fue que Dios los utilizó bajo la guía y la supervisión del Espíritu
Santo para que escribiesen las Escrituras, Judas 17 sugiere que lo que decían
los apóstoles era revelación que no admitía reproche, sino genuina revelación
de Dios y además concluye el versículo afirmando que estos eran apóstoles “de
Jesucristo”. Si existen apóstoles hoy se abre la posibilidad que el canon
bíblico siga abierto para que se añada más Escritura inspirada. Por demás está
decir que esto es inconcebible, Apocalipsis 22:18 deja en claro que aquel que
añada a la Escritura atrae juicio sobre sí mismo.
¿Y QUÉ HAY CON LOS OTROS APOSTOLES QUE SUGIERE LA
ESCRITURA?
No podemos obviar la existencia de otros
apóstoles a un número que se extiende
más allá de los doce. Pero ¿eran apóstoles en el sentido estricto con
referencia a un grupo selecto que reunía todas las condiciones como los otros?
Veamos las referencias bíblicas:
Hechos 14:14
dice: “Cuando lo oyeron los apóstoles
Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron sobre la multitud, dando
voces”. La Biblia dice que Bernabé era un apóstol, pero no olvidemos que
esta palabra significa mensajero y el hecho de estar con Pablo lo convertía en
un hombre comisionado por el Espíritu Santo. Note que en Hechos 4:36-37 no se
lo incluye como integrante de los doce. Otro caso es el de Santiago el hermano
del Señor (Gl.1:19) y el matrimonio de Andrónico y Junias (Ro. 6:7), También es
el mismo caso, la designación de apóstol podía usarse como mensajero o enviado
para el servicio de Dios, y por último 2 Corintios 8.23 dice: “En cuanto a Tito es mi compañero y
colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros
de las iglesias y gloria de Cristo”. El vocablo “mensajeros”, en el original griego
es <<apóstolos>>, la
misma palabra que estamos estudiando. El hecho de que a otros hombres se les
llame apóstoles en La Biblia- además de los doce más Pablo- es una cuestión del
término que La Biblia utiliza para designar aquellos que también son enviados y
mensajeros para entregar la buenas nuevas de salvación. No obstante, eso no
prueba que estos hombres eran contados entre los trece como una casta
especialmente seleccionada por Dios y con características de las que estuvimos
viendo a lo largo del estudio. Recuerde que Pablo dice que él fue “el último de los apóstoles” ¿Se
contradice Pablo? Claro que no, sino que fue el último en recibir el apostolado
con las singularidades que legitiman a
un verdadero apóstol.
CONCLUSIÓN
Si usted sigue pensando que hoy pueden
existir apóstoles, piense seriamente si esos hombres “autoproclamados” reúnen
los requisitos para serlo. Lo que no va a poder obviar es cada uno de los
puntos que vimos en nuestro estudio y si usted es una persona honesta, no
debería cerrar sus ojos frente a la evidencia bíblica.
Que el señor le
bendiga!!!
Autor: Jorge Carrillo