martes, 18 de diciembre de 2012

El falso apostolado



¿SIGUE VIGENTE EL DON DE APÓSTOL?

INTRODUCCION:
  Considerando que en actualidad se han levantado una serie de  personajes,  que se autoproclaman   “apóstoles”, debemos escudriñar las Escrituras para ver de qué se trata esta supuesta sucesión  apostólica, que se está practicando  en estos tiempos modernos. Empero, nos es menester poner a la luz de las Escrituras estas doctrinas -que de por sí- son sospechosas de ser correctas, y entonces hacer como los de Berea, los cuales: “…escudriñaban cada día las Escrituras para ver si estas cosas  eran así” (Hch. 17:10 y 11).
  Por otro lado, no podemos obviar que hay un gran debate entre los exégetas bíblicos, que buscan dilucidar, si algunos dones han perdido vigencia a lo largo de la historia de la Iglesia, o de lo contrario, si  siguen vigentes (sobre todo los dones extraordinarios). La posición que sostengo  en  este estudio (sobre la cuestión del don de apóstol), encuentra su asidero, en el método de interpretación  literal-gramático-histórico, el cual -a mi modo de ver- busca hacerle justicia al texto bíblico. La otra cara de la moneda es, el método de interpretación alegórico, un  procedimiento de exégesis, que  no cumple la función de poner el acento en lo que La Biblia quiere decir, sino, en el sentido que el intérprete quiere darle al texto bíblico (La Biblia pierde su autonomía). Si nos ponemos a pensar seriamente en este asunto hermenéutico, llegaremos a la conclusión, que el método de interpretación alegórico, ha sido el responsable de la inmensa cantidad de falsas doctrinas- y en su defecto de religiones espurias- que han tergiversado la palabra de Dios. No es mi idea desarrollar -recomiendo profundizar en el tema- en este estudio, las cuestiones referidas a cada escuela de interpretación,  sino más bien, dar razón de porqué es conveniente a la hora de estudiar la palabra de Dios, usar  el método de interpretación literal-gramático-histórico. A continuación, ahondaremos sobre el asunto en cuestión: lo concerniente al “don de apóstol”.

DEFINICIÓN
  La palabra apóstol es el vocablo griego “apóstolos” que significa enviado y/o mensajero, y que a su vez, deriva del verbo griego “apostello”:<< apo>>-afuera << stello>>- traer junto, reunir. Esta palabra en el griego clásico se utilizaba en la jerga marinera, e  indicaba  la nave de carga o la flota enviada a su comandante o a sus súbditos. La idea básica de esta palabra es mostrar la relación que hay entre el que envía y el enviado, de manera que el vocablo está sujeto a la dependencia y al  propósito del que ha sido enviado o comisionado con la autoridad de otro. Como bien indica Lucas 6:13 “Y cuando era de día, llamo a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamo apóstoles”. Claramente este versículo denota la idea de un “apóstol” como alguien que es enviado por otro, para un propósito que descansa en quien da la autoridad. Reafirma este concepto el escritor de Hebreos cuando dice: “Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús” (He. 3:1). El mismo Señor Jesús fue enviado con el propósito de sujetarse al padre y cumplir la misión por la cual vino a este mundo.

REQUERIMIENTOS PARA SER APÓSTOL


Ø      HABER SIDO COMISIONADO DIRECTAMENTE POR EL SEÑOR. El apóstol Pablo lo sugiere en 1 Corintios 15:8 cuando dice: “y al último de todos, como a un abortivo se me apareció a mi”. Pablo reiteradamente en sus escritos se hace llamar “apóstol de Jesucristo” (Ro. 1:1; 1Co.1:1, etc.). La preposición “de” indica pertenencia, origen o procedencia. Esto contradice claramente a los que se “autoproclaman apóstoles”. 


Ø      HABER VISTO A CRISTO RESUCITADO. Esto es aludido eficientemente por  Pablo, cuando él al verse obligado a decirles a los corintios de sus derechos de apóstol, pone como prueba de su apostolado, haber sido un testigo ocular de la resurrección de Cristo (1Co.9:1). Esto también lo confirma el apóstol Pedro en Hechos 1:22,  en el momento que iban a elegir al sucesor de Judas: “comenzando desde el bautismo de Juan en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros de su resurrección”. En conclusión, hemos visto, de manera inequívoca, y con base bíblica, que para ser un legítimo apóstol de Jesucristo, tiene que haber sido un testigo ocular de la resurrección de  Cristo. Claro está, que estos requisitos no se cumplen en los que hoy dicen ser apóstoles”. Así lo describe elocuentemente el Teólogo Wayne Grudem:
“De modo similar Jesús comisiona a sus apóstoles para que sean sus <<testigos…hasta los confines de la tierra>> (Hch 1:8). Y al escoger a otro apóstol para que reemplace a Judas, los once no se irrogaron la responsabilidad sobre sí mismos, sino que oraron y pidieron que el Cristo ascendido haga el nombramiento (Hch1:23-24).”

Ø      SEÑALES ESPECIALES DE APOSTOL. En La Biblia encontramos que los apóstoles  poseían poderes sobrenaturales  dados por el Espíritu Santo, y dicho poder legitimaba su apostolado. Una confirmación de esto la encontramos en Hechos 19: 11-12 “Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían”. Pedro fue otro apóstol que realizaba milagros, Hechos 5:15 dice algo similar a lo de Pablo, “tanto que sacaban a los enfermos a las calles y los ponían en camas y lechos para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre algunos de ellos”. Las señales de un verdadero apóstol no es algo que este implícito en La Biblia, al contrario se explicita  en 2 Corintios 12:12  donde Pablo les dice que él no era menor comparado con los otros apóstoles (2 Co.12:11-12) y  prosigue diciendo: “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros, en toda paciencia, por señales prodigios y milagros”. Sería bueno revisar esta cita bíblica a la luz de otras versiones que aclaran más el asunto:
1)     “Las cosas que prueban que soy un emisario (apóstol): señales, maravillas y milagros; fueron hechas en presencia de ustedes a pesar de todo lo que he tenido que soportar.” (Traducción Kadosh Israelita Mesiánica de Estudio)
2)     “En efecto yo he dado claras señales de mi apostolado al manifestar una paciencia en toda prueba, con milagros y prodigios y con efectos extraordinarios del poder divino” (Biblia: Félix Torres Amat).
3)     “La paciencia con que he trabajado por ustedes, y los milagros y las cosas maravillosas que he hecho con el poder de Dios y no haberles pedido ayuda, demuestran que soy un verdadero apóstol” (Biblia Lenguaje Sencillo).
 Queda claro que los apóstoles se caracterizaban por ser una casta especial que el Señor había elegido y a quienes les dio autoridad para realizar “señales de apóstol”. Esto nos lleva a hacernos   una pregunta, ¿los que dicen hoy ser apóstoles manifiestan estas señales? La respuesta es no,  ya que hemos visto anteriormente, que hoy no puede haber  sucesión apostólica ya que, debían ser testigos oculares de la resurrección de Cristo y haber sido comisionados directamente por el Señor Jesús. Quizá alguien  pueda replicar argumentando  que los que dicen ser “apóstoles” hoy, también hacen milagros, pero el hacer milagros, no garantiza que haya sido con el poder de Dios. En La Biblia encontramos que Satanás tiene poder y también realiza milagros, pero con su propia autoridad no con la de Dios, tan solo eche un vistazo a Éxodo 7:22. Otra singularidad de las señales apostólicas era el poder para resucitar muertos (Hch. 20: 6:12) y yo no conozco ningún “apóstol moderno” que haya podido hacer esto (y si hay seguramente no se tenga acceso a esa fuente). Las cosas que podían hacer los apóstoles eran extraordinarias, pero, solo podían ser posibles con el poder de Dios. En algunas ocasiones tuve la oportunidad de asistir a campañas de milagros para poder hablar con autoridad sobre estos temas, y algo que me llamó la atención es que las personas que manifestaban haber sido sanadas no eran las que se ponían en frente del predicador con verdaderos problemas de salud: gente en silla de ruedas con problemas serios para volver a caminar y miembros amputados no eran sanados, nunca vi la reconstrucción completa de un brazo o una pierna, sino una lista de milagros como, tapaduras de muelas, gente que es sanada pero que no se vio su estado anterior, etc. Una gran frustración se percibe en aquellas personas que no son sanadas y casualmente son las que se ven que están verdaderamente enfermas. Esto no me convierte en un incrédulo del poder de Dios, yo creo que el Señor sana, pero no creo que esta sea la manera adecuada (campañas de sanación). El ser sanado no solo depende de la fe del enfermo, cualquier persona enferma desea ser sanada, frente a la necesidad encontrará en Dios su única esperanza cuando la medicina ya no tiene nada para hacer. Pero La Biblia nos enseña que todo depende del designio de su voluntad, vea esta lista de enfermos y dígame, ¿no tenían fe de que podían ser sanados? Epafrodito (Fil. 2:27), Trófimo (2Ti. 4:20), Timoteo (1Ti. 5:23), Pablo (2Co. 12:7). Ningún cristiano que esté en su sano juicio diría que estos hombres no tenían fe, pero ¿qué tal si Dios tenía un propósito con sus enfermedades? Este tipo de pensamiento es pueril para los supuestos “ungidos” de hoy, para ellos Dios está obligado a sanar a todos siempre y cuando tengan fe. Bueno, no es eso lo que enseña La Biblia, Dios tiene la palabra final. Lo que sí es bíblico es orar por los enfermos y esperar que Dios tome la decisión de sanarlos o no.
  En conclusión, las señales de apóstol eran verdaderas manifestaciones del poder de Dios, no milagros en miniatura como los que hacen estos supuestos “neo apóstoles”.

LOS APÓSTOLES COMO FUNDAMENTO DE LA IGLESIA

   El apóstol Pablo en Efesios 2:20 nos dice: “edificaos sobre el fundamento de los apóstoles y profetas siendo la principal piedra del Angulo Jesucristo mismo”, allí pone de manifiesto la intencionalidad de Dios en cuanto al grupo selecto de los apóstoles. No queda duda que en la mente de Dios el apostolado iba a servir,  como base fundamental para que, luego la Iglesia,  siga edificando la obra de Dios. Ahora si siguen habiendo apóstoles hoy, ¿se siguen construyendo fundamentos? EL TEOLOGO  John MacArthur DICE LO SIGUIENTE:
“El versículo enseña claramente que los apóstoles fueron designados como el fundamento de la Iglesia. Cuando se construye un edificio, el fundamento se coloca solo una vez. Los fundamentos no se siguen colocando continuamente.”

LOS APOSTOLES COMO INSTRUMENTOS DE DIOS PARA LA REVELACION DEL 
NUEVO TESTAMENTO

  Una característica muy importante de estos hombres fue que Dios los utilizó bajo la guía y la supervisión del Espíritu Santo para que escribiesen las Escrituras, Judas 17 sugiere que lo que decían los apóstoles era revelación que no admitía reproche, sino genuina revelación de Dios y además concluye el versículo afirmando que estos eran apóstoles “de Jesucristo”. Si existen apóstoles hoy se abre la posibilidad que el canon bíblico siga abierto para que se añada más Escritura inspirada. Por demás está decir que esto es inconcebible, Apocalipsis 22:18 deja en claro que aquel que añada a la Escritura atrae juicio sobre sí mismo.

¿Y QUÉ HAY CON LOS OTROS APOSTOLES QUE SUGIERE LA ESCRITURA?

  No podemos obviar la existencia de otros apóstoles  a un número que se extiende más allá de los doce. Pero ¿eran apóstoles en el sentido estricto con referencia a un grupo selecto que reunía todas las condiciones como los otros? Veamos las referencias bíblicas:
Hechos 14:14 dice: “Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron sobre la multitud, dando voces”. La Biblia dice que Bernabé era un apóstol, pero no olvidemos que esta palabra significa mensajero y el hecho de estar con Pablo lo convertía en un hombre comisionado por el Espíritu Santo. Note que en Hechos 4:36-37 no se lo incluye como integrante de los doce. Otro caso es el de Santiago el hermano del Señor (Gl.1:19) y el matrimonio de Andrónico y Junias (Ro. 6:7), También es el mismo caso, la designación de apóstol podía usarse como mensajero o enviado para el servicio de Dios, y por último 2 Corintios 8.23 dice: “En cuanto a Tito es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias y gloria de Cristo”. El vocablo “mensajeros”, en el original griego  es <<apóstolos>>, la misma palabra que estamos estudiando. El hecho de que a otros hombres se les llame apóstoles en La Biblia- además de los doce más Pablo- es una cuestión del término que La Biblia utiliza para designar aquellos que también son enviados y mensajeros para entregar la buenas nuevas de salvación. No obstante, eso no prueba que estos hombres eran contados entre los trece como una casta especialmente seleccionada por Dios y con características de las que estuvimos viendo a lo largo del estudio. Recuerde que Pablo dice que él fue “el último de los apóstoles” ¿Se contradice Pablo? Claro que no, sino que fue el último en recibir el apostolado con las singularidades que  legitiman a un verdadero apóstol.

CONCLUSIÓN
  Si usted sigue pensando que hoy pueden existir apóstoles, piense seriamente si esos hombres “autoproclamados” reúnen los requisitos para serlo. Lo que no va a poder obviar es cada uno de los puntos que vimos en nuestro estudio y si usted es una persona honesta, no debería cerrar sus ojos frente a la evidencia bíblica.
Que el señor le bendiga!!!


Autor: Jorge Carrillo