AL SON DE TROMPETAS
“Proclamaréis como santas
convocaciones…”
La palabra “santas” es el
vocablo hebreo <<qodesh>> y se aplica a objetos y a personas que pertenecen solamente a Dios. Todo Israel
debía ser apartado para Dios, con el deber de demostrar esta separación, “distinguiendo entre lo que es santo y lo
que es impuro” (Lev. 10:10). Si bien los pueblos paganos de aquellos
tiempos, tenían sus propias fiestas de la cosecha, donde cada año pedían
consejo a sus dioses para que puedan ser prósperos. Israel se distinguía de ellos por
su monoteísmo y por el llamado de Dios a vivir una vida santa.
Aunque estas fiestas pertenezcan al pueblo de Israel
y no a la Iglesia, podemos extraer una
aplicación a nuestra vida. Cada día el Señor nos convoca (como a Israel) a
vivir una vida santa: “ sino como aquel
que os llamo es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de
vivir” (1Pe.1:15). No hay nada en este versículo que indique parcialidad,
el apóstol Pedro dice radicalmente,
“toda” nuestra vida.
Características de la fiesta (Levítico 23:23-25)
El toque de trompeta representa el comienzo del año nuevo civil para
Israel, en el mes séptimo Tishri “cabeza del año o primero del año”.
·
Tiene una similitud con el año nuevo secular, en
cuanto a que nosotros nos proyectamos hacia un nuevo año con las expectativas
de que sea mejor, y con la esperanza de que
el siguiente sea aun más próspero. Lo hacemos mirando hacia atrás para que
luego nos dé un balance de cómo estuvo el año. Asimismo el año nuevo judío, es
un momento de pensar la introspección, mirar los errores del pasado y
proyectarse a un nuevo año. Los judíos tienen la costumbre de comer ese día,
manzanas bañadas en miel, como símbolo de deseo de un año dulce. Otra usanza
que tienen los judíos para ese día, es poner pan en sus bolsillos y dirigirse a
un lugar donde haya agua para luego esparcir el pan molido de sus bolsillos y
recitar Miqueas 7: 19: “El volverá a
tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo
profundo del mar todos nuestros pecados”
·
Al parecer, los primeros toques de trompeta eran
de alabanza a Dios (Sal 81:1-3). Era un momento de gozo donde se expresaba la
alabanza a través de instrumentos
musicales y canto.
El propósito de esta fiesta
·
La Biblia no da razones específicas con relación
a esta fiesta, se cree que es un llamado al arrepentimiento, se anticipa lo que
va a venir, el pueblo debe examinarse ya que el día de expiación (la fiesta que prosigue al toque de las trompetas),
el sacrificio por el pecado del pueblo tiene que ser aceptado.
·
También Dios quería despertar a su pueblo, deseaba suscitar nuevos progresos espirituales en la
vida de sus hijos. Dios también pretende
que nosotros podamos progresar no solamente en lo material, sino,
principalmente en lo espiritual.
Un ejemplo de cómo Dios despierta a su pueblo (Nehemías cap. 8): “Trompeta
del despertar”
Israel volvía de setenta años de cautiverio, debía volver a construir el
templo y los muros. Además de esto,
recuperar su orgullo nacional. El factor espiritual era lo principal para levantar el ánimo del
pueblo, la reforma debía de ser principalmente moral. ¿Cómo Dios logró despertarlos?
·
La lectura de la palabra y su atención hacia
ella, despertó al pueblo (Neh. 8: 3)
·
La respuesta hacia la palabra fue alabanza,
humillación y adoración (Neh. 8:6)
·
La lectura de la palabra produjo en el
pueblo alegría y gozo porque la entendían
(Neh. 8:12)
·
La palabra llevó al pueblo a la confesión de sus pecados tanto personales,
como colectivos (Neh. 9:2,3,4)
Nota: Todo avivamiento que
encontramos en la escrituras se produjo a través del volver a la palabra de
Dios. El avivamiento que se predica hoy en día, está relacionado con los milagros
y el echar fuera demonios, pero este tipo de avivamiento no es bíblico (en todo
caso esto tiene que ver con la inauguración de reino de Dios Mt. 12:28). El
verdadero avivamiento se produce cuando el creyente vuelve a la palabra, donde
está todo el consejo de Dios.
La trompeta despertaba al pueblo cuando este se apartaba de sus caminos
“trompeta del llamado de atención”
·
Isaías
1:13,14 “No me sigan trayendo
vanas ofrendas; el incienso es para mí una abominación. Luna nueva, día de
reposo, asambleas convocadas; “¡No soporto que con su adoración me ofendan! Yo
aborrezco sus lunas nuevas y festividades; se me han vuelto una carga que estoy
cansado de soportar” NVI. Esto sucede Cuando
la vida cristiana se transforma en un rito cultual y no en una vida de
consagración a Dios
· Isaías 58:1 “Clama a voz en cuello, no te detengas alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado” había una falsa piedad exterior pero por dentro su corazón estaba cargado de pecado y sus manos manchadas con sangre (Is. 1:15).
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El
apóstol Pablo les toca la trompeta a los Efesios
5:14: “Por lo cual dice: despiértate
tú que duermes y levántate de los
muertos y te alumbrara Cristo”. ¿No es paradójico que un cristiano que tiene
vida este como muerto?
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En Romanos
13:11 “...conociendo el tiempo el tiempo
que ya es hora de levantarnos del sueño”. La Biblia en este pasaje presenta al sueño como la insensibilidad al
pecado.
El mensaje profético del toque de trompeta
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1Ts. 4:16 “Porque el señor mismo con voz de mando,
con voz de arcángel, y con trompeta de Dios descenderá del cielo y los muertos
en Cristo resucitaran primero…”.b Este mensaje nos habla del arrebatamiento de la Iglesia
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1Co.
15:52 “En un
momento en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocara la
trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos
transformados”. Se refiere al orden de los sucesos del arrebatamiento
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Las
trompetas de juicio (Ca. 8). Alude al juicio
durante la gran tribulación
·
La
segunda venida ( Mt. 24: 30,31) “Entonces aparecerá la señal del hijo del
hombre en el cielo….” ( Ap. 1:7). Indica
que viene a inaugurar su reino milenario.
CONCLUSIÓN:
LA TROMPETA SIMBOLIZA LA VOZ DE DIOS Y ESTA
SONANDO MAS FUERTE PORQUE QUIERE SER OÍDA. QUE ESTE AÑO PODAMOS TENER EL DESEO
DE ESCUCHAR, NO SOLAMENTE LO QUE QUEREMOS OÍR SINO, TODO EL CONSEJO DE DIOS (Hch.
20:27).
Autor: Jorge Carrillo